Es como cuando vas a una casa abandonada. Es obvio que hasta
que tú entras, está solitaria esperando que la habiten. Pero cuando pasas es
diferente. A medida que vas accediendo por cada habitación las llenas
morbosamente con fantasmas, monstruos, y
demás historias que la pueblan y que en su mayoría no han existido.
Me encanta, Edu, sencillamente genial. Incluso te recomendaría que hicieras una segunda parte.
ResponderEliminar